El colágeno es una proteína natural  producida en grandes cantidades por el organismo humano y está presente en la composición de: piel, ligamentos, uñas, cabello, cartílagos y tendones.
A partir de los 25 años, nuestro organismo disminuye la producción de colágeno y como consecuencia, nuestra piel se hace más fina y delicada, el cabello pierde fuerza, comienza la aparición de arrugas y los tendones y ligamentos, se vuelven menos elásticos y las articulaciones menos flexibles.

Frente a la disminución de esta vital proteína y previendo el deterioro de nuestra salud, es que necesitamos administrar a nuestro cuerpo más colágeno, asegurándonos que esté en nuestra dieta diaria. Pero, entonces nos hayamos con el problema de que esta preciada proteína sólo se encuentra en alimentos con excesivo contenido de azúcares y grasas (gelatinas y embutidos), además de que estos alimentos pierden gran parte de su contenido protéico durante la cocción y sus moléculas no se absorben fácilmente.